¿Tienes la sensación de que tus estudiantes de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) tienen menos interés que nunca en tus cursos de CTIM? Por desgracia, es cierto. Estos son los dos motivos principales por los que esto pasa, de acuerdo con las conversaciones que hemos mantenido con distintos educadores:
- Acceso a la tecnología: Los estudiantes de la generación Z han crecido teniendo acceso a la tecnología y a Internet desde muy jóvenes, lo cual puede hacer que las aulas tradicionales y sus recursos tengan menos interés y relevancia para ellos.
- Problemas de salud mental: Muchos estudiantes de la generación Z sufren problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, que afectan de manera negativa a su interés en la educación.
Hablaremos más en profundidad sobre estos problemas y sobre cómo podéis ayudar tú como docente y tu institución.
Acceso a la tecnología
Las personas de la generación Z tienen teléfonos móviles que para ellos son como sus brazos o sus piernas. La tecnología es una constante. Esto puede tener sus ventajas, pero también plantea ciertas desventajas dentro del aula. Está el clásico problema del mal uso de la tecnología en el aula (para mandarse mensajes con los amigos o para estar en redes sociales), pero también hay otros menos evidentes, como la reducción de la capacidad de atención asociada al uso de la tecnología.
La Dra. Julie Albright, una socióloga especializada en cultura y comunicación digitales, estudia cómo plataformas como TikTok están diseñadas para ser tan adictivas como las máquinas tragaperras. No es solo que los estudiantes tengan una adicción a esas plataformas, sino que además estas están alterando la capacidad de atención de la generación Z. Ver vídeos de entre 10 y 15 segundos afecta a los cerebros de los estudiantes a largo plazo acortando su período de atención. El resultado es que los docentes compiten por el espacio en los cerebros de sus alumnos.
¿Cómo pueden ayudar los docentes en CTIM?
- Céntrate en el porqué: Los estudiantes de la generación Z quieren saber por qué están aprendiendo lo que están aprendiendo. ¿En qué les va a beneficiar? ¿Cómo pueden aplicar ese aprendizaje? Especialmente en el campo de las CTIM, si puedes relacionar la enseñanza con problemas de la vida cotidiana, es más probable que los estudiantes de la generación Z tengan un verdadero interés y se impliquen en el aprendizaje.
- Utiliza la tecnología interactiva adecuada: La generación Z es completamente nativa digital, por lo que abrazar el uso de la tecnología en el aula es importante. Las herramientas tecnológicas educativas pueden resultar difíciles de manejar, pero cuando encuentras las adecuadas, las que funcionan para tu clase, facilitan la vida de todo el mundo. En el caso de las aulas de CTIM, los laboratorios virtuales pueden ayudar a complementar la enseñanza antes o después de las prácticas de laboratorio e incluso pueden reemplazarlos por completo, ya que sus versiones presenciales son demasiado costosas. Hay estudios que dicen que el 92 % de los estudiantes declaran sentir interés por las simulaciones de Labster, en parte gracias a la gamificación que supone para el aprendizaje.
- Fomenta la diversidad en las CTIM: La generación Z es la más diversa hasta ahora. De acuerdo con el Centro de Investigación Pew, casi la mitad de ellos pertenecen a minorías raciales o étnicas. Sin embargo, el interés por las CTIM se concentra en los varones blancos y asiáticos. Fomentar la diversidad es crucial para mantener la atención de las mujeres y las personas BIPOC (‘negro, indígena y persona de color’ en inglés). ¿Cómo podemos conseguirlo? Una manera es utilizar trasfondos diversos. Los docentes pueden emplear la teoría de la educación culturalmente relevante, que es «un marco conceptual que reconoce la importancia de incluir los trasfondos culturales, los intereses y las experiencias vitales de los estudiantes en todos los ámbitos de la enseñanza y el aprendizaje dentro del aula y en todo el centro educativo».
¿Cómo pueden ayudar las instituciones educativas?
La implicación de los estudiantes es un problema porque si falta, puede provocar suspensos, abandono de las clases o, aún peor, que los estudiantes abandonen el centro educativo definitivamente. El personal del National Center for Safe Supportive Learning Environments (Centro Nacional para los Entornos de Aprendizaje Seguros y con Apoyo) propone una serie de pasos que se pueden dar para ayudar a los docentes en su esfuerzo por mantener a los estudiantes implicados:
- Ayudar a identificar y financiar herramientas útiles para la educación tecnológica
- Proporcionar a los docentes los recursos que necesitan para enseñar de una manera interesante
- Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional actualizadas y efectivas
- Fomentar la colaboración y el apoyo entre compañeros
- Reconocer y premiar los logros del personal docente
- Promover el equilibrio entre el trabajo y la vida privada para evitar el agotamiento de los educadores
Problemas de salud mental
Esta generación ha crecido durante un periodo de incertidumbre económica, política y social, lo cual afecta a su salud mental. Esto ha afectado a su motivación y a su capacidad de concentración en el colegio.
- Un análisis realizado en 2022 por el Harmony Healthcare IT concluyó que el 42 % de la generación Z tiene diagnosticada alguna enfermedad mental. Ese análisis sugiere que millones de jóvenes adultos de la generación Z empezaron a lidiar con problemas mentales en los meses inmediatamente posteriores al comienzo de la pandemia mundial, en marzo del 2020.
- Además de las crecientes tasas se enfermedad mental, el suicidio también está en alza. Los resultados de la National College Health Assessment (encuesta sobre la salud en las universidades nacionales de la American College Health Association muestran que el 3,1% de los estudiantes universitarios habían tratado de suicidarse en los últimos 12 meses.
¿Cómo pueden ayudar los docentes en CTIM?
Es importante reconocer que los formadores no son profesionales de la salud mental: tienen otros papeles y responsabilidades claramente delimitados. Su labor es enseñar, inspirar, aconsejar y guiar; no diagnosticar, tratar ni curar. Sin embargo, los formadores sí que pueden dar determinados pasos para hacer que el aula sea un espacio seguro y para ayudar a sus estudiantes. El portal Mentalhealth.gov contiene recursos estupendos sobre maneras de las que los docentes pueden ayudar. Estas son algunas de las sugerencias de su lista:
- Fomentar la competencia social y emocional, y ayudar a construir la resiliencia
- Ayudar a garantizar que el espacio escolar sea positivo y seguro
- Enseñar y reforzar comportamientos positivos y a tomar decisiones
- Animar a los alumnos a ayudar a los demás
- Adaptar las clases a los estudiantes
- Ayudar a garantizar el acceso a la ayuda psicológica en el centro escolar
¿Cómo pueden ayudar las instituciones?
Gran parte de la responsabilidad sobre el apoyo a la salud mental recae en los hombros de la Administración. Los administradores y las políticas institucionales pueden ayudar de las siguientes maneras:
- Proporcionando formación para concienciar sobre la salud mental a docentes, estudiantes y padres
- Teniendo un centro de bienestar accesible y con recursos suficientes
- Financiando adecuadamente recursos para la salud mental
- Creando un entorno escolar seguro y positivo
- Señalando el acoso y la violencia dentro de la institución
- Desarrollando políticas que apoyen la infraestructura en favor de la salud mental
Temas para reflexionar:
- ¿Has advertido un decaimiento en la salud mental o el interés de los estudiantes? ¿Qué estrategias has empleado para ayudarles?
- ¿Qué les dirías a los administradores que quieran ayudar a solventar estos problemas?