Tecnológico de Monterrey Améliore l'Apprentissage

Labster les brindó un espacio seguro, donde ellos pueden equivocarse, experimentar, volver a iniciar la simulación o regresarse unos pasos atrás.

El Tecnológico de Monterrey es una de las universidades más relevantes de México y América Latina. Fundada en 1943, cuenta con presencia en 29 ciudades del país y tiene  más de 94 mil estudiantes, 44 programas académicos y cuenta con un total de 150 patentes gracias a proyectos de investigación.  

El Tec se caracteriza por su excelencia académica y su innovación educativa, visión global y ADN de emprendimiento e innovación. Actualmente, la institución es pionera en usar Labster en América Latina, teniendo un impacto de más de 3 mil estudiantes realizando prácticas de laboratorio virtuales.

“Labster les brindó un espacio seguro, donde ellos pueden equivocarse, experimentar, volver a iniciar la simulación o regresarse unos pasos atrás."

Lizette Susana Hernández Cárdenas

Profesora

Reto

El reto consiste en brindar a estudiantes del Tecnológico de Monterrey acceso a prácticas de laboratorios virtuales. En este curso participó una suma de 300 estudiantes.

Bibliografía de la profesora

Lizette Susana Hernández Cárdenas tiene un posgrado en Ciencias con especialidad en Química, ambos títulos del Tecnológico de Monterrey, institución en la que se desempeña como Coordinadora Nacional de Comunidades Académicas y profesora en el Departamento de Ciencias Básicas de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, impartiendo cursos en las áreas de Biología Celular, Bases Químicas y Metabolismo.

Participó en el diseño curricular del nuevo Modelo Educativo Tec21. Es acreedora del Premio a la Innovación Educativa 2010 y 2014. Ha participado en congresos y artículos de investigación en innovación y simulación educativa para el área de salud.

Labster en clases virtuales, presenciales e híbridas

La profesora Lizette imparte Biología celular, Bases químicas y Metabolismo a los estudiantes del primer semestre del Tecnológico de Monterrey. Hernández comentó que algunos de sus estudiantes no habían tenido la oportunidad de trabajar en un laboratorio de forma presencial por la pandemia.

“Labster les brindó un espacio seguro, donde ellos pueden equivocarse, experimentar, volver a iniciar la simulación o regresarse unos pasos atrás”, compartió la profesora. Añadió que en Labster pueden estar practicando mientras están apoyados con la parte teórica de la simulación.

El Tecnológico de Monterrey comenzó a trabajar con Labster desde hace varios años, antes de que llegara la pandemia COVID-19. “No es lo mismo enseñarle
a estudiantes solo la teoría, a que practiquen. Los estudiantes que trabajan con simulaciones tienen un aprendizaje activo, se involucran en la simulación. También aprendemos haciendo”, subrayó.

“Vamos a seguir utilizando Labster aunque hayamos regresado a la presencialidad total, pues estas tecnologías enriquecen el aprendizaje. En la modalidad presencial, los estudiantes visitan los laboratorios y están en contacto con su equipamiento. Sin embargo, para aprender la técnica definitivamente seguiremos utilizando la simulación”, comentó la profesora.

Trabajar en equipo con laboratorios virtuales en clase

El Tecnológico de Monterrey trabaja con todas las herramientas que le brinda Labster de manera integrada con su plataforma de aprendizaje, Canvas. En las clases que imparte Lizette, antes de comenzar la simulación, los estudiantes repasan la teoría referente a la técnica que van a practicar, responden preguntas y hacen un pequeño cuestionario para evaluar sus conocimientos sobre la técnica. Después llevan a cabo la simulación en pequeños equipos o de forma individual.

Según la profesora Hernández Cárdenas, incluir las simulaciones de Labster en clases presenciales también ayuda con el trabajo en equipo, especialmente si los estudiantes tienen dudas sobre ciertos conceptos o teorías.

La simulación se lleva a cabo durante la clase, y posteriormente, las calificaciones del cuestionario realizado por cada estudiante en la simulación se suben de manera automática en Canvas.

Al finalizar la clase, los estudiantes comparten conclusiones y hacen un reporte de la técnica que aprendieron en la simulación: cómo la vivieron, qué fue lo que hicieron, de qué se trató la técnica, qué usos o utilidad le ven, y lo entregan como parte de su evaluación de la sesión.

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